Kelia Mehani: la niña de 12 años que enfrenta las olas monstruosas de Teahupo’o
Cuando dentro de unas horas comience la última etapa de la temporada regular del Championship Tour de la World Surf League (WSL) en Tahití, una nueva página se escribirá en la historia del surf. Kelia Mehani Gallina, con tan solo 12 años, se convertirá en la competidora más joven en la historia de la WSL. Y lo hará en su casa, en una de las olas más potentes y temidas del planeta: Teahupo’o.
La surfista local ganó los trials del evento el mes pasado y consiguió un lugar en el cuadro principal, convirtiéndose en la más joven en debutar en la WSL de la historia. En la primera ronda enfrentará a la actual número uno del mundo, la australiana Molly Picklum, y a la estrella estadounidense Lakey Peterson, antes de celebrar su cumpleaños número 13 a mitad del campeonato.


Kelia nació entre corales. Es hija de un padre hawaiano-estadounidense y una madre tahitiana, y creció en una casa a metros del reef donde la rompiente de Teahupo’o se transforma en monstruo. Mientras los mejores del planeta llegan una vez al año con respeto y temor, ella entra todos los días.
Comenzó a surfear a los tres años, por su padre, un apasionado del surf. “Siempre es divertido”, le cuenta en una entrevista reciente a The Guardian. “Tengo muchos amigos que también surfean todos los días, así que estoy con ellos todo el día, todos los días.” Una década después, Kelia está a punto de enfrentarse a las mejores surfistas del mundo.
A los ocho, Kelia ya salía en la televisión francesa. Y frente a cámara, sin nervios, soltó un menasaje en perfecto francés a los turistas y soñadores de Teahupo’o: “Hace cuatro años que surfeo esta ola… No cualquiera puede surfearla. Puede ser peligrosa si no sabés surfear.”
El respeto por el mar no le impide lanzarse de lleno. Tuvo wipeouts duros, uno de ellos la dejó rengueando varios días. Nunca rompió una tabla, dice con orgullo. Correas, muchas. Pero siempre vuelve. Y siempre lo hace con una sonrisa.


En los últimos años, Kelia ha sido parte del programa Rising Tides de la WSL, que conecta a surfistas profesionales con jóvenes talentos locales durante las paradas del tour. “Mi cumpleaños es el 10 de agosto, así que siempre coincide con el evento”, dice. “Es el mejor regalo de cumpleaños. Es súper inspirador surfear con la campeona del mundo Caity Simmers, Molly Picklum, todas esas chicas. Estoy emocionada de tenerlas en un heat.”
Con un gran swell, Teahupo’o impone respeto: las olas recorren miles de kilómetros a través del Pacífico antes de romper sobre un arrecife tahitiano muy poco profundo. Durante quince años, el tour femenino de la WSL no tuvo una parada en Tahití; el evento se discontinuó en 2006, presuntamente por temor a lesiones, una decisión que en su momento fue criticada por sexista. En 2022, la WSL rectificó y volvió a incluir a Teahupo’o en ambos calendarios, masculino y femenino.
El año pasado, esa decisión quedó más que justificada cuando las mejores surfistas del mundo se lucieron en tubos de 8 a 10 pies. “Eso definitivamente me motiva a querer entrar en olas más grandes”, dice Kelia. “Siento que el nivel de las chicas mejora cada año. Estoy feliz de ser parte de esa nueva generación.”
Kelia surfeó por primera vez en Teahupo’o a los cuatro años y medio, aunque no recuerda si sintió miedo. “Creo que sí”, dice entre risas. “Es un poco difícil acordarse.” Ryan admite que todavía tiene preocupaciones, pero, asegura, “nada fuera de lo normal para un padre”.
“Por supuesto que uno se preocupa”, dice Ryan. “Como cuando cruzan la calle, o andan por el pueblo. Siempre hay una preocupación que viene con ser padre. Pero llevo unos 23 años surfeando esta ola y la conozco bastante bien, así que me enorgullezco de saber cuándo es un buen momento para que Kelia entre al agua.”


Padre e hija suelen surfear juntos. En olas grandes —Kelia afirma que ya surfeó paredes de hasta 12 pies—, Ryan se mantiene cerca de ella en el agua y la ayuda a entrar en las olas. “Eso no va a estar permitido en competencia”, dice él. Así que la familia Mehani Gallina espera un buen swell, pero no demasiado grande, para el día del evento. “Estamos rezando para que las olas no estén demasiado grandes”, añade. También les da tranquilidad saber que estará presente “el mejor equipo de salvamento acuático del mundo”, según Ryan.
Aún sin haber llegado a la adolescencia, Kelia ya sueña con clasificar algún día al tour de la WSL, aunque su debut haya llegado antes de lo previsto. Cuando le preguntaron si sueña con competir, no titubeó: “Quiero ser campeona del mundo. Ojalá a los 14 o 15. Lo más joven posible”, respondió, como si se tratara de un plan más que de un sueño. Pero la familia intenta mantener los pies en la tierra.
“Reconocemos que es extremadamente difícil llegar a ese nivel”, agrega Ryan. “Es una meta, pero no la meta. Para nosotros, el surf es un estilo de vida, así que más allá de si se logra o no, se trata de estar en el océano, mejorar cada día y tener una pasión.”

En las próximas horas, cuando suene la bocina que dé inicio a su heat, Kelia hará historia, incluso antes de surfear una sola ola. ¿Habrá lugar para una sorpresa? “Voy a esperar al momento”, dice Kelia.
Pero Ryan cree que la edad y su falta de experiencia pueden jugar a favor de su hija. “No hay ninguna presión sobre ella, nadie esperaba que llegara hasta acá”, afirma. “Kelia es la mayor underdog de la historia. La presión está sobre las otras surfistas. Nadie quiere perder contra una nena de 12 años.”
La participación de Kelia en el Tahiti Pro 2025 no es solo un dato estadístico. Es una postal del futuro. Kelia no llega a la WSL como una rareza: llega como una surfista local con derecho adquirido. Una niña que sabe lo que hace, que no le escapa al tamaño de la ola ni al peso del momento.
Los tubos de Teahupo’o rugen en la puerta de su casa. Y ahí estará ella, con su tabla en mano, lista para enfrentar una de las olas más temibles del planeta.

Fuente: WSL
Surf Miercoles 06/08/2025